martes, 12 de enero de 2010

DIOS PADRE Y JESUCRISTO SON HUMILDES DE CORAZON

Dios padre como su hijo Jesucristo, son condescendientes. Para con los humildes. Por eso, no hay franqueza. Con los lideres políticos ni religiosos. Porque se envanecen en su orgullo.
Las personas por naturaleza. Enviaríamos para darnos a conocer. Al mas cercano. Y que pudiese, hablar de nosotros, verdaderamente. Le daríamos pruebas fehacientes. Para demostrar, sin ninguna duda, y de que va de nuestra parte.
Pero si es alguien orgulloso. Y quiere ser prominente, delante de sus semejantes. Es porque solo se conoce así mismo.
La condición de ser manso y moldeable, o hacer que alguien lo sea. La humildad lleva implícito el reconocimiento de que dependemos de Dios y el deseo de someternos a su voluntad.
Deut 8: 2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para humillarte, para ponerte a prueba, para saber lo que estaba en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
Sal 35: 13 Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y a mi pecho mi oración volvía.
Ecle 4: 13 Mejor es el muchacho pobre y sabio que el rey viejo y necio que rehúsa ser aconsejado.
Isa 57: 15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en la eternidad y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y también con el quebrantado y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Mateo 18: 4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Mateo 23: 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Lucas 14: 11 Porque cualquiera que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.
Lucas 18: 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.
Lucas 22: 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Lucas 23: 46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.
Filip 2: 8 y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
1 Pe 5: 5-6 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos sumisos unos a otros, revestíos de humildad, porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.
El juzgar a los demás
  Mateo 7: 1 »No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes.2 Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.
3 »¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame sacarte la astilla del ojo" , cuando ahí tienes una viga en el tuyo?5 ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.
6 »No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
Pidan, busquen, llamen
  Mateo 7:  7 »Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.
9 »¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra?10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente?11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!12 Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.
La puerta estrecha y la puerta ancha
Mateo 7: 13 »Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella.14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.
El árbol y sus frutos
Mateo 7: 15 »Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos?17 Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto ueno, pero el árbol malo da fruto malo.18 Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno.19 Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego.20 Así que por sus frutos los conocerán.
21 »No todo el que me dice: "Señor, Señor" , entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?" 23 Entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!"
El prudente y el insensato
   Mateo 7: 24 »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.»
   28 Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza,29 porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley.
Como un buen pastor, que va siempre recogiendo. A las ovejas perdidas. Descarriadas, débiles y enfermas. Y las personas que se enaltecen de sus semejantes. Son desechados de su presencia.
Los panes sin levadura, son los guiados por Dios. Sin ningún estándar ni prejuicio, racial político ni religioso.
Conocer a Dios Padre. Es vivir con humildad. Porque el a todos nos puede bendecir, perdonar y consagrar. Porque el es Dios. Y mira todas las cosas. Aunque para nosotros nos parezcan pequeñas. Para el que las hizo son perfectas.

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