domingo, 10 de enero de 2010

LA FE ES LA BASE PARA CREER QUE SOMOS HIJOS DE DIOS

Debemos imitar la Fe de nuestros semejantes. Pero solo con la Fe que nos da Jesucristo. De que somos hijos de Dios. Y para que podamos compartir, esta misma Fe. Como lo hizo Jesús. Viviendo nuestra Fe con la humildad, de servir a nuestros semejantes. Así podremos ser ensalzados por Dios, nuestro Padre eterno. Pero si nos envanecemos, y nos hacemos orgullosos. Nuestra fe en Dios Padre se debilitara. Porque haremos las cosas conformes a nuestra voluntad y criterios. Y no según la voluntad ni el conocimiento de Dios.
No nos engañemos. Dios padre nos dará a cada uno según nuestra voluntad. Y si nuestros deseos son, como los del hijo prodigo. Nos alejaremos de su voluntad.
Y con que oposición nos enfrentamos.
Con la oposición de los que no tienen Fe. Ni creen que podemos ser hijos de Dios. Porque los hijos de Dios sufren la envidia y el odio homicida. De los que no quieren compartir esta fe. Ni obedecer a Dios.
Así sucedió desde la muerte de Abel. Por su propio hermano. Asta el propio Jesucristo. El hijo de Dios. Que Dios lo envío. Para que se sacrificara, por toda la raza humana. Como el Cordero de Dios.
Jesucristo en las tentaciones por Satanás se aferro con Fe de que era el hijo de Dios. Y ante el sumo sacerdote, del sanedrín. también lo confeso. Aunque con esta verdad. Se condenaba su muerte.
Tentación de Jesús
Mateo 4:1 Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación.
2 Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.3 El tentador se le acercó y le propuso:
   —Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
4 Jesús le respondió:
   —Escrito está: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
5 Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del *templo, y le dijo:
6 —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está:
      "Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna."
7 —También está escrito: "No pongas a prueba al Señor tu Dios"
—le contestó Jesús.
8 De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.
9 —Todo esto te daré si te postras y me adoras.
10 —¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: "Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él."
11 Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle.
Jesús ante el Consejo
Mateo 26:57 Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los maestros de la ley y los ancianos.58 Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello.
59 Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte.60 Pero no la encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos.
   Por fin se presentaron dos,61 que declararon:
   —Este hombre dijo: "Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días."
62 Poniéndose en pie, el sumo sacerdote le dijo a Jesús:
   —¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?
63 Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió:
   —Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
64 —Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante verán ustedes al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
65 —¡Ha *blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia!66 ¿Qué piensan de esto?
   —Merece la muerte —le contestaron.
67 Entonces algunos le escupieron en el rostro y le dieron puñetazos. Otros lo abofeteaban68 y decían:
   —A ver, Cristo, ¡adivina quién te pegó!
Debemos dedicarnos a la lectura publica de las promesas y profecías que hay en las palabras de Dios. Para que tengamos Fe.
Si leemos las profecías, referentes de las promesas. Que están en las palabras de Dios. Entonces tendremos la Fe que tenia nuestro Señor Jesucristo. De que somos hijos de Dios, cuando Él cumple sus palabras, en todos nosotros.
El Verbo se hizo hombre
Juan 1:1 En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
2 Él estaba con Dios en el principio.
3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.
4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.
5 Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.
6 Vino un hombre llamado Juan. Dios lo envió 7 como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran.
8 Juan no era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz.
9 Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano, venía a este mundo.
10 El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no lo reconoció.
11 Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron.
12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.
14 Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
15 Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: «Éste es aquel de quien yo decía: "El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo." »16 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia,17 pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
18 A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.
Las profecías en Daniel, referente a Ciro. Y las de José y su familia. Nos hablan y dan la fe. De que Dios restaura a Israel.
Al igual que la energía del sol, atrae a los cuerpos celestes. Y la luna es la luz, del reflejo del sol. Así son las profecías y sus cumplimientos.

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